En efecto, muchos filmes sobre inteligencia artificial están tan alejados de la realidad científica que cabe sospechar que son simplemente alegorías de preocupaciones completamente diferentes. Así, la película Ex Machina, de 2015, parece tratar de un experto en IA que se enamora de una mujer robot solo para ser embaucado y manipulado por ella. Pero en realidad esta película no versa sobre el miedo humano hacia los robots inteligentes, sino sobre el miedo de los hombres hacia las mujeres inteligentes, y en particular sobre el miedo a que la liberación femenina pueda conducir a la dominación femenina. Siempre que el lector vea una película sobre una IA en la que la IA es una mujer y el científico es un hombre, probablemente se trate de un filme sobre feminismo y no sobre cibernética. Pues ¿por qué demonios tendría que tener una IA una identidad sexual o de género? El sexo es una característica de los seres orgánicos multicelulares. ¿Qué puede significar para un ser cibernético no orgánico?
Yuval Noah Harari, en 21 lecciones para el siglo XXI.
(Las negritas son de nosotros).