Uno de los principales responsables de que podamos leer a grandes autores de ciencia ficción en español. Así como autor de una de las mejores obras sobre el tema en nuestro idioma: Ciencia ficción: Guía de lectura (1990) y Ciencia Ficción. Nueva guía de lectura (2015).

Nos abandona el creador de la Colección Nova (originalmente en Ediciones B; ahora en Penguin Random House), con la cual pudimos disfrutar a autores como Orson Scott Card, Barndon Sanderson, Frank Herbert, George R. R. Martin, Dan Simmons, Neal Stephenson, Bruce Sterling, Ernest Cline, Andy Weir, Liu Cixin, Greg Egan y por supuesto, Asimov. →

El martes 28 de enero de 1986, 73 segundos después de su lanzamiento, el transbordador espacial Challenger estalló; provocando la muerte de sus siete tripulantes y la desintegración de la propia nave, así como de gran parte de los equipos y artefactos con que viajaba.

De entre las 14 toneladas de escombros recuperados que la guardia costera rescató del mar, uno de los pocos artículos recuperados intactos, fue un balón de futbol. Un testarudo balón de futbol. →

Como sucede con los informes de resultados trimestrales en el sector de TI, en pasados meses estuvimos inundados con noticias u opiniones principalmente de Amazon, Facebook, Google, Apple y Microsoft. La percepción de estas compañías, en un gran porcentaje de los medios de comunicación; es simple y llanamente que estaríamos mejor sin ellas. Y de la que mas rápido nos deberíamos de librar, es principalmente de Amazon.

No es sencillo tratar de defender lo indefendible en el caso de ciertos excesos que se han documentado en los últimos años: cansancio en los almacenes, riesgo de accidentes en conductores independientes de servicios de entrega, reviews falsos o pagados, entre otros.

Pero hay algo que sin Amazon no existiría: el valor que han dado a todo su ecosistema.

Jeff Bezos en su última carta a inversionistas hace un listado muy corto del valor que han creado: →

En mas de una ocasión algún socio o cliente nos pregunta acerca de nuestro proceso de trabajo, materiales, software, maquinaria o las herramientas de trabajo que usamos. La respuesta depende las mas de las veces, de que «acaban de ver»:

En un demo, las preguntas serán acerca del sabor de Linux que usamos, algún gestor de control de versiones, proveedor cloud, orquestador de kubernetes, etc.

Cuando hacemos levantamiento de requerimientos, les causa mucha gracia las personitas de los casos de uso o lo extraño de trabajar pantallas con Paper Prototype.

Para pilotos de diseño; serán acerca de papeles, acrílicos, maderas, telas, metales, tintas. Cuando la plática es mas técnica; serán acerca de resinas para impresión 3D, voltaje en cortadoras laser, software para maquinado CNC, secado de tinta en impresión UV, tolerancia de una cortadora de agua o el amperaje para ciertos sensores y tarjetas electrónicas.

Sin embargo, la pregunta mas común cuando nos ven trabajar en sus oficinas, es acerca de las herramientas de trabajo del día a día: desarmadores, cautines, navajas, reglas, voltímetros, aerógrafos, etc.

Así que inauguramos esta sección, con nuestra recomendación de hoy: puntas portables para desatornillar, de la marca Felo.

En la última década del siglo XX, se libraron muchas guerras por la libertad y el acceso abierto al conocimiento y la tecnología. Algún día, un mejor narrador describirá los actos de heroísmo, sacrificio y terror; que muchos grandes hombres y mujeres tuvieron que soportar. Una década donde se sembraron las semillas de la apertura tecnológica con la que vivimos actualmente.

Telegram, WhatsApp, Redes privadas virtuales, SSL, comercio electrónico, IoT, cerraduras inteligentes, bóvedas virtuales, transacciones seguras; y un sinfín de aplicaciones actuales serían irreconocibles sin el aporte de Philip Zimmermann y su creación mas famosa: PGP.

El día de ayer, se cumplieron 30 años del lanzamiento de la versión 1.0 de Pretty Good Privacy.

El mismo Zimmermann se encargó de recordarlo:

“El tiempo atenúa el arrepentimiento por las cosas que hicimos. Pero el remordimiento por las que no hicimos es inconsolable”

Allan McDonald

Una de las razones por las que la historia recordará al ingeniero Allan McDonald, es por haberse negado, como encargado de la empresa proveedora de los cohetes propulsores, Thiokol; a firmar el documento de conformidad para el despegue del Transboradador Challenger el 28 de enero de 1986.

Él fue uno de dos ingenieros de todo el programa, que trataron de advertir en contra del lanzamiento de la nave, debido al efecto de las bajas temperaturas en las juntas del cohete. El otro ingeniero se llamaba Roger Boisjoly.

Un «parámetro de software incorrecto» en el auto de carreras de la Fórmula E del equipo ROKiT Venturi Racing, provocó que el piloto italiano Edoardo Mortara terminara en el hospital. El accidente sucedió en la primer fecha de la temporada, en el Riyadh Street Circuit de Arabia Saudita el pasado 26 de febrero.

Nuevamente culpando a un «problema de software»; cuando el desarrollo de los sistemas, los sensores, la telemetría y la puesta a producción; lo hacen personas con nombre y apellido. Pudo haber terminado en una fatalidad y no es la primera vez. En la temporada pasada en la ciudad de México, el piloto alemán Daniel Abt fue víctima de un fuerte choque tras un «problema de comunicación de software». Y van…

Una de las fuerzas inamovibles es la frase: «No hay sistema». Los usuarios o clientes tienden a reaccionar con una combinación de incomodidad y abatimiento; pero sobre todo, resignación. No hay mas discusión, solo queda la espera y comerse el enfado. La labor de relaciones públicas que hemos realizado la gente de sistemas para convencer al mundo de esta inmutabilidad de las cosas, es tal vez lo mejor que hemos hecho de cara a esconder nuestra incompetencia.

La realidad es que las mas de las veces estas fallas son responsabilidad de alguien con nombre y apellido: un tester que probó insuficientes escenarios, analistas de requerimientos sin imaginación, desarrolladores inexpertos o ineptos en el peor escenario, analistas que no analizan, líderes de proyecto ausentes, usuarios inexpertos, gerentes sin autoridad.

Empecemos con un clásico:

«The best place to hide a dead body, is page 2 of Google search results».

El conocimiento alrededor del posicionamiento de un sitio web, es uno de los aspectos menos reconocidos y dominados por las personas que se supone saben de tecnología. Hay infinidad de chistes para ridiculizar y menoscabar el trabajo detrás de los expertos en SEO. Y creo que el principal problema se debe que es una de esas competencias que viven al límite entre una o mas ramas del conocimiento. En este caso del marketing, tecnologías web, usabilidad y diseño (gráfico, de sistemas, y tal vez industrial).

Pues bien. Primeros problemas: ¿cómo registrar los créditos de las imágenes? ¿Como nota de cada imagen o al final de cada Entrada? Sin embargo, esto no funciona con la «Imagen destacada» de cada Post. Ahora, si son varias imágenes, ¿un crédito por línea o separamos por comas? En cuanto al formato, ¿mismo tamaño de la fuente o indicamos que sean mas pequeñas?

Además del asunto de analizar la licencia de distribución, en el mejor de los casos; en el peor escenario, no existe información.

Google ayuda un poco en la búsqueda, pero hasta el momento Flickr es mejor analizando contenido Creative Commons.

¿Y si mejor solo abrimos una cuenta de Twitter? ¡Oh demonios! ¡¡¡Sacar las cuentas de redes sociales!!!